10 MAY - 15 SEP: Pink Floyd Exhibition
http://www.dontstopmadrid.com/2019/05/10-may-15-sep-pink-floyd-exhibition.html
A partir del próximo 10 de mayo hasta el 15 de septiembre el Espacio 5.1 de IFEMA rendirá homenaje a una de las bandas que transformaron la historia de la música para siempre: Pink Floyd. Las entradas ya pueden adquirirse aquí por aproximadamente 16 euros (precio para adultos).
Pink Floyd Exhibition propone un viaje audiovisual por el extraordinario universo, mostrando una crónica sobre la música, la imagen y la puesta en escena de la banda desde su debut en los años 60 hasta la actualidad.
Un viaje inmersivo que incluye propuestas audiovisuales con la tecnología más avanzada, objetos, paisajes surrealistas e hitos culturales de nuestra historia reciente que evolucionan a lo largo de la exposición. Bajo la minuciosa supervisión de Nick Mason, que ejerce de consultor de exposiciones para Pink Floyd, la muestra incluye más de 350 objetos recopilados a lo largo de la extraordinaria trayectoria de esta formación.
Cada capítulo de la historia de Pink Floyd está representado por objetos y artefactos, muchos de los cuales se exhiben por primera vez en esta exposición, y acerca al público letras de canciones escritas a mano, instrumentos musicales, cartas, diseños originales y elementos escénicos. Algunos de los artículos expuestos permanecieron en almacenes, estudios de grabación y en las colecciones privadas de los miembros del grupo durante años antes de ser redescubiertos para esta exposición.
La exposición comienza transportando al público a los psicodélicos comienzos de la banda en 1967, con ejemplos gráficos de sus atmosféricas proyecciones, elaboradas con aceites y luces, así como el equipamiento utilizado por el diseñador de iluminación el grupo durante la década de los 60, Peter Wynne Willson. La exposición se estructura como un recorrido cronológico por la trayectoria de Pink Floyd, conectando música, arte, diseño, tecnología de sonido y actuaciones en directo de la mano de discos tan referenciales como The Dark Side Of The Moon, Wish You Were Here, Animals, The Wall y The Division Bell.
La muestra también celebra el arte y la tecnología. Sin ir más lejos, expone una pintura original de Syd Barrett, que estudió arte en Londres y en Cambridge, su ciudad natal, antes de convertirse en músico a tiempo completo. También se puede contemplar el Azimuth Co-Ordinator, el dispositivo personalizado que utilizaba Richard Wright para balancear el sonido en directo del grupo, a través de un joystick, en cada concierto que ofrecía. Este innovador artefacto jugó un papel fundamental en las teatrales actuaciones en vivo de Pink Floyd de finales de los 60, en lugares como el Royal Festival Hall o el Royal Albert Hall de Londres, además de participar en la grabación del collage de los relojes de ‘Time’, tema extraído del álbum The Dark Side of the Moon.
El recorrido durante los años 70 nos muestra a Pink Floyd abrazando el despuntar de las nuevas tecnologías aplicadas a la ingeniería de sonido y utilizando todos los recursos a su disposición en el Abbey Road Studio de EMI, con discos como Meddle, The Dark Side Of The Moon y Wish You Were Here. Se exponen muchos de los instrumentos empleados durante estos años, incluyendo el juego de batería ‘Hokusai Wave’ de Nick Mason, de 1975, y una selección de las famosas guitarras que utilizó David Gilmour a lo largo de toda su carrera, como la Fender Custom Telecaster con la que grabó Animals. También tienen cabida las bandas sonoras de Pink Floyd para las películas de arte y ensayo More, La Vallée y Zabriskie Point, proyectos musicales desarrollados en paralelo a los álbumes de estudio.
El mundialmente famoso diseño de la cubierta de The Dark Side Of The Moon, de 1973, fue obra de Hipgnosis, el estudio de diseño fundado por el co-comisario de la exposición Aubrey ‘Po’ Powell y Storm Thorgerson, ya fallecido. El trabajo de Hipgnosis atraviesa toda la muestra, junto con otros elementos artísticos y diseños de escenario creados para Pink Floyd por distintos colaboradores, entre los que se encuentran Gerald Scarfe –cuyo primer dibujo para la banda forma parte del cómic utilizado como programa en 1974, también incluido en la exposición– y Mark Fisher, ya fallecido.
Todos estos objetos dibujan la progresión de Pink Floyd como banda eminentemente volcada hacia la construcción de directos espectaculares, pero también los amplios aspectos sociales, culturales y políticos que discurrieron en paralelo a su trayectoria musical. Entre las numerosas piezas de diseño que se exponen destaca la imaginería creada en torno a la Central Eléctrica de Battersea, del arquitecto Giles Gilbert Scott, la construcción industrial londinense inmortalizada por la interpretación de Roger Waters en la portada del álbum de Pink Floyd de 1977, Animals.
Ya en 1979, Roger Waters concibió The Wall, un personal trabajo en el que exploraba la alienación de la infancia, la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de su padre a través de los ritos de iniciación de una estrella del rock. El sorprendente diseño del álbum y su grotesco elenco de personajes, entre ellos el mítico profesor que blandía su vara de castigo, son obra del dibujante e ilustrador Gerald Scarfe.
El nivel y la ambición de la imaginería y los espectáculos en directo de Pink Floyd continuó en los 80 y los 90 con las giras mundiales de los álbumes A Momentary Lapse Of Reason y The Division Bell. La exposición rinde tributo a estos logros con una reconstrucción especial del traje de bombillas que vestía un modelo en la fotografía de portada del disco Delicate Sound Of Thunder, de 1988, que fue tomada cerca de Madrid, y las gigantescas ‘cabezas parlantes’ concebidas por Storm Thorgerson para la portada del álbum de 1994 The Division Bell.
El discurrir de la exhibición, planteada en orden cronológico, está realzado en todo momento por la música y las palabras de los componentes presentes y pasados de Pink Floyd: Syd Barrett, Roger Waters, Richard Wright, Nick Mason y David Gilmour, hablando sobre sus experiencias y su investigación musical a través del sistema intuitivo Audio guide, de la compañía experta en sonido Sennheiser. El viaje culmina en la Zona de Performance, en la que el público se adentra en un espacio audiovisual inmersivo que recrea los grandes clásicos de Pink Floyd, así como la última actuación de David Gilmour, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason en el Live 8, con una remezcla especial de ‘Comfortably Numb’ que utiliza la innovadora tecnología de sonido AMBEO 3D de Sennheiser.
Pink Floyd Exhibition propone un viaje audiovisual por el extraordinario universo, mostrando una crónica sobre la música, la imagen y la puesta en escena de la banda desde su debut en los años 60 hasta la actualidad.
Un viaje inmersivo que incluye propuestas audiovisuales con la tecnología más avanzada, objetos, paisajes surrealistas e hitos culturales de nuestra historia reciente que evolucionan a lo largo de la exposición. Bajo la minuciosa supervisión de Nick Mason, que ejerce de consultor de exposiciones para Pink Floyd, la muestra incluye más de 350 objetos recopilados a lo largo de la extraordinaria trayectoria de esta formación.
Cada capítulo de la historia de Pink Floyd está representado por objetos y artefactos, muchos de los cuales se exhiben por primera vez en esta exposición, y acerca al público letras de canciones escritas a mano, instrumentos musicales, cartas, diseños originales y elementos escénicos. Algunos de los artículos expuestos permanecieron en almacenes, estudios de grabación y en las colecciones privadas de los miembros del grupo durante años antes de ser redescubiertos para esta exposición.
La exposición comienza transportando al público a los psicodélicos comienzos de la banda en 1967, con ejemplos gráficos de sus atmosféricas proyecciones, elaboradas con aceites y luces, así como el equipamiento utilizado por el diseñador de iluminación el grupo durante la década de los 60, Peter Wynne Willson. La exposición se estructura como un recorrido cronológico por la trayectoria de Pink Floyd, conectando música, arte, diseño, tecnología de sonido y actuaciones en directo de la mano de discos tan referenciales como The Dark Side Of The Moon, Wish You Were Here, Animals, The Wall y The Division Bell.
La muestra también celebra el arte y la tecnología. Sin ir más lejos, expone una pintura original de Syd Barrett, que estudió arte en Londres y en Cambridge, su ciudad natal, antes de convertirse en músico a tiempo completo. También se puede contemplar el Azimuth Co-Ordinator, el dispositivo personalizado que utilizaba Richard Wright para balancear el sonido en directo del grupo, a través de un joystick, en cada concierto que ofrecía. Este innovador artefacto jugó un papel fundamental en las teatrales actuaciones en vivo de Pink Floyd de finales de los 60, en lugares como el Royal Festival Hall o el Royal Albert Hall de Londres, además de participar en la grabación del collage de los relojes de ‘Time’, tema extraído del álbum The Dark Side of the Moon.
El recorrido durante los años 70 nos muestra a Pink Floyd abrazando el despuntar de las nuevas tecnologías aplicadas a la ingeniería de sonido y utilizando todos los recursos a su disposición en el Abbey Road Studio de EMI, con discos como Meddle, The Dark Side Of The Moon y Wish You Were Here. Se exponen muchos de los instrumentos empleados durante estos años, incluyendo el juego de batería ‘Hokusai Wave’ de Nick Mason, de 1975, y una selección de las famosas guitarras que utilizó David Gilmour a lo largo de toda su carrera, como la Fender Custom Telecaster con la que grabó Animals. También tienen cabida las bandas sonoras de Pink Floyd para las películas de arte y ensayo More, La Vallée y Zabriskie Point, proyectos musicales desarrollados en paralelo a los álbumes de estudio.
El mundialmente famoso diseño de la cubierta de The Dark Side Of The Moon, de 1973, fue obra de Hipgnosis, el estudio de diseño fundado por el co-comisario de la exposición Aubrey ‘Po’ Powell y Storm Thorgerson, ya fallecido. El trabajo de Hipgnosis atraviesa toda la muestra, junto con otros elementos artísticos y diseños de escenario creados para Pink Floyd por distintos colaboradores, entre los que se encuentran Gerald Scarfe –cuyo primer dibujo para la banda forma parte del cómic utilizado como programa en 1974, también incluido en la exposición– y Mark Fisher, ya fallecido.
Todos estos objetos dibujan la progresión de Pink Floyd como banda eminentemente volcada hacia la construcción de directos espectaculares, pero también los amplios aspectos sociales, culturales y políticos que discurrieron en paralelo a su trayectoria musical. Entre las numerosas piezas de diseño que se exponen destaca la imaginería creada en torno a la Central Eléctrica de Battersea, del arquitecto Giles Gilbert Scott, la construcción industrial londinense inmortalizada por la interpretación de Roger Waters en la portada del álbum de Pink Floyd de 1977, Animals.
Ya en 1979, Roger Waters concibió The Wall, un personal trabajo en el que exploraba la alienación de la infancia, la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de su padre a través de los ritos de iniciación de una estrella del rock. El sorprendente diseño del álbum y su grotesco elenco de personajes, entre ellos el mítico profesor que blandía su vara de castigo, son obra del dibujante e ilustrador Gerald Scarfe.
El nivel y la ambición de la imaginería y los espectáculos en directo de Pink Floyd continuó en los 80 y los 90 con las giras mundiales de los álbumes A Momentary Lapse Of Reason y The Division Bell. La exposición rinde tributo a estos logros con una reconstrucción especial del traje de bombillas que vestía un modelo en la fotografía de portada del disco Delicate Sound Of Thunder, de 1988, que fue tomada cerca de Madrid, y las gigantescas ‘cabezas parlantes’ concebidas por Storm Thorgerson para la portada del álbum de 1994 The Division Bell.
El discurrir de la exhibición, planteada en orden cronológico, está realzado en todo momento por la música y las palabras de los componentes presentes y pasados de Pink Floyd: Syd Barrett, Roger Waters, Richard Wright, Nick Mason y David Gilmour, hablando sobre sus experiencias y su investigación musical a través del sistema intuitivo Audio guide, de la compañía experta en sonido Sennheiser. El viaje culmina en la Zona de Performance, en la que el público se adentra en un espacio audiovisual inmersivo que recrea los grandes clásicos de Pink Floyd, así como la última actuación de David Gilmour, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason en el Live 8, con una remezcla especial de ‘Comfortably Numb’ que utiliza la innovadora tecnología de sonido AMBEO 3D de Sennheiser.
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