Mis 10 lugares para enamorarme de Lavapiés

Hablar de Lavapiés es hablar de lo castizo, lo contemporáneo, lo madrileño y lo multirracial. He ahí su encanto. Lavapiés es una amalgama de conceptos que conviven en un mismo espacio en sorprendente equilibrio. No es de extrañar, por tanto, que vecinos del barrio y visitantes de otros distritos disfruten de todo lo que el barrio puede ofrecer y que a su vez turistas de otras ciudades o países decidan alojarse en Lavapiés en su visita a Madrid.

Hoy os quiero hablar de mis sitios de referencia, compartiendo mis 10 lugares favoritos de Lavapiés. Os animo a que dejéis comentarios para compartir los vuestros.

El increíble interior de la Filmoteca. Foto de El País

La Filmoteca Cine Doré (Calle Santa Isabel 3)

Un lugar para cinéfilos empedernidos, deseosos de dejarse sorprender por los siempre interesantes ciclos que se programan. Con un precio de risa (3 euros) puedes disfrutar de una buena película en una de las salas de cine más bonitas que hayas estado en tu vida. Ah! Todas son en versión original.

El Mercado de Antón Martín (Calle Santa Isabel 5)

Se trata de un mercado en el que conviven puestos de toda la vida con puestos gastronómicos. De todos los mercados de este tipo que tiene Madrid, este siempre ha sido mi favorito por resultarme especialmente franco y alejado de la pomposidad. Recomiendo encarecidamente su restaurante japonés, Yokaloka. Si te apetece mexicano, ve directo a Cuztamala.

Sorprendentes formas de preparar el café acompañados de un buen dulce. Foto de Cafelito

Cafelito (Calle del Sombrerete 20)

No es complicado encontrar cafés con encanto en Lavapiés. Sin embargo, de todos ellos guardo especial cariño a Cafelito, un laboratorio cafetero repleto de encanto, buenos productos y con una atención esmerada. Tienen para llevar, pero recomiendo tomarlo ahí mismo si encuentras un huequecito.

NAP (Calle del Ave María 19)

Pizzas buenas, pero buenas de verdad. Un viaje al sur de Italia con buenos precios, atención esmerada y un ambiente muy joven. Es de esos sitios prometedores dentro del barrio a los que auguro una vida muy larga.

Foto propia tomada una tarde cualquiera recorriendo La Tabacalera

La Tabacalera (Calle de Embajadores 53)

No es un lugar que visite recurrentemente, pero siempre que lo hago salgo con una sonrisa de oreja a oreja. No es complicado ir y encontrarse algún tipo de actividad y si no, el paseo por la zona del sótano plagada de grafitis siempre es estimulante.

Los Chuchis (Calle Amparo 82)

Hay lugares que desprenden una atmósfera tan acogedora que te hacen sentir como si estuvieras en tu propia casa. Algo parecido me pasa en este coqueto lugar con platos caseros de inspiración británica. Un combo nada visto que enamora a quien lo visita.

Bonita foto de Reharq

Las Escuelas Pias (Calle del Tribulete 14)

A la vista del precioso edificio de las Escuelas Pías, no es de extrañar que haya sido declarado Bien de Interés Cultural. Su biblioteca es francamente preciosa y en la azotea hay una cafetería en la que disfrutar de un buen atardecer mientras se contemplan los tejados de Lavapiés, una vista insólita del barrio desde las alturas.

Swinton & Grant (Calle Miguel Servet 21)

Otro de esos sitios que estimulan continuamente. Se trata de una librería y galería de arte especializada en arte urbano. Sus pequeñas exposiciones son siempre una maravilla de ver y tampoco es raro encontrar diversos eventos en colaboración con diversos autores y artistas.

La Casa Encendida (Ronda de Valencia 2)

Para mi La Casa Encendida es una de las grandes joyas culturales de la ciudad con propuestas que pueden disfrutarse de forma gratuita o con un precio muy reducido. Es de esos lugares a los que acudir de cuando en cuando para dejarse sorprender.

Café Pavón (Calle de Embajadores 9)

Hace muy poco reabrieron la cafetería del Teatro Pavón, un espacio madrileñísimo que ha sido modernizado conservando su personalidad e historia, conservando ese yo que sé que qué se yo que lo hace tan especial.

Estos son nuestros diez favoritos. ¿Y los tuyos? Lo que está claro es que si algo puede describir a Lavapiés es su necesidad por estar siempre en continuo movimiento. Un movimiento que enamora a todo el que pasa y que hace que no nos extrañe nada que se le haya llegado a considerar el barrio más cool del mundo. ¡Viva Lavapiés!