Lomite: takoyakis y bubble tea en el ChinaTown madrileño
http://www.dontstopmadrid.com/2016/07/lomite-takoyakis-y-bubble-tea.html
Llevaba mucho tiempo diciéndole a mi amiga Lucía que me comentase de un restaurante asiático de confianza. Ella es china, aunque madrileña de toda la vida, y ha buscado siempre restaurantes ricos, auténticos y baratos con los que viajar con el paladar al lejano oriente. Rápidamente me habló de Lomite y su combinación ganadora: takoyakis y bubble tea. Dos cosas que a mi me encantan también así que... ¿Por qué no probar suerte?
Lomite se encuentra en medio del pequeño ChinaTown madrileño, en el barrio Usera. El local es pequeñito, austero, funcional... pero tengo que decir que nos atendieron muy majamente. Como en todo asiático, su carta es extensa no... lo siguiente. Típica carta de restaurante chino con más de 300 platos. Así que os voy a ser sincera, todo lo que probé me gustó, pero no puedo asegurar que sea lo mejor del restaurante. Tendría que estar todo un mes comiendo y acabaría como una bola si aspirase a probar toda su carta.
Así que para acertar me decanté por lo que me comentó mi amiga. Para beber por supuesto que opté bubble tea. Si no sabéis qué es, digamos que es una bebida que se puede tomar caliente o fría a base de té de sabores, que puede tener una base de zumo o de leche. A este mejunje se le añaden bolitas de tapioca o gelatina de sabores. Sí, ya se que es muy raro, pero si os gusta el té, creo que esto os podrá gustar. Yo me decanté por el bubble tea de matcha con base de leche y mi chico por uno de té rojo, también con base de leche. Riquísimos, fresquitos y con sus bolitas de tapioca. Me lo bebí en tres tragos, y mira que era grande!
Pero bueno, hablemos de lo importante: la comida. Comenzamos con unos pinchitos de chorizo chino, muy ricos y perfectos para abrir boca. A estos les siguieron otros de ternera con un sabor bastante especiado que me recordó un poco a la carne turca.
Tras estos pequeños bocados seguimos por un plato bastante contundente, pasta de arroz cantonesa. Se trata de un enorme bol con cilindros gorditos de pasta de arroz con una salsa picante. No os asustéis con esto del picante, porque se podía aguantar, pero se notaba... vaya si se notaba! En este momento me tuve que pedir una botellita de agua ;)
Seguimos con unos fideos chinos con setas, panceta china, tortilla... Muy típicos pero no os voy a mentir, muy ricos. En este punto de la cena yo ya estaba bastante llena y quería reservarme para el siguiente plato así que nos dejamos un poco que amablemente me pusieron en un tupper para llevarmelo a casa.
Y por fín llegamos a lo que más ilusión me hacía pero que más me decepcionó. Soy una auténtica viciada al takoyaki, un plato que degusté por primera vez en un viaje a Japón que consiste en unas bolitas de pulpo. De hecho, cada vez que voy a la zona de Antón Martín me meto un momento al Yokaloka a pedirme unas bolitas de pulpo porque ahí las hacen deliciosas. Sin embargo aquí no me terminaron de conquistar. Estaban buenas, pero muy lejos de las del Yokaloka. Quizás estaban demasiado cocinadas y tenían poco pulpo... además eran bastante pequeñas! Jooo! :-( Una pena porque si no hubiese sido por esto la experiencia sería de 10.
¿Queréis saber cuánto nos costó todo esto? 22€ en total. Sí, por 11€ por persona cené mucho, me tomé mi bubble tea y además me llevé un tupper de fideos a casa. ¡No se puede pedir más! La verdad que sin duda repetiré, pero además quiero conocer más locales por la zona. ¡Seguiré investigando!
Lomite se encuentra en medio del pequeño ChinaTown madrileño, en el barrio Usera. El local es pequeñito, austero, funcional... pero tengo que decir que nos atendieron muy majamente. Como en todo asiático, su carta es extensa no... lo siguiente. Típica carta de restaurante chino con más de 300 platos. Así que os voy a ser sincera, todo lo que probé me gustó, pero no puedo asegurar que sea lo mejor del restaurante. Tendría que estar todo un mes comiendo y acabaría como una bola si aspirase a probar toda su carta.
Pero bueno, hablemos de lo importante: la comida. Comenzamos con unos pinchitos de chorizo chino, muy ricos y perfectos para abrir boca. A estos les siguieron otros de ternera con un sabor bastante especiado que me recordó un poco a la carne turca.
Tras estos pequeños bocados seguimos por un plato bastante contundente, pasta de arroz cantonesa. Se trata de un enorme bol con cilindros gorditos de pasta de arroz con una salsa picante. No os asustéis con esto del picante, porque se podía aguantar, pero se notaba... vaya si se notaba! En este momento me tuve que pedir una botellita de agua ;)
Seguimos con unos fideos chinos con setas, panceta china, tortilla... Muy típicos pero no os voy a mentir, muy ricos. En este punto de la cena yo ya estaba bastante llena y quería reservarme para el siguiente plato así que nos dejamos un poco que amablemente me pusieron en un tupper para llevarmelo a casa.
Y por fín llegamos a lo que más ilusión me hacía pero que más me decepcionó. Soy una auténtica viciada al takoyaki, un plato que degusté por primera vez en un viaje a Japón que consiste en unas bolitas de pulpo. De hecho, cada vez que voy a la zona de Antón Martín me meto un momento al Yokaloka a pedirme unas bolitas de pulpo porque ahí las hacen deliciosas. Sin embargo aquí no me terminaron de conquistar. Estaban buenas, pero muy lejos de las del Yokaloka. Quizás estaban demasiado cocinadas y tenían poco pulpo... además eran bastante pequeñas! Jooo! :-( Una pena porque si no hubiese sido por esto la experiencia sería de 10.
¿Queréis saber cuánto nos costó todo esto? 22€ en total. Sí, por 11€ por persona cené mucho, me tomé mi bubble tea y además me llevé un tupper de fideos a casa. ¡No se puede pedir más! La verdad que sin duda repetiré, pero además quiero conocer más locales por la zona. ¡Seguiré investigando!
Lomite
Calle Nicolás Sánchez, 71
Horario de 13 horas a 01 horas
Miércoles cerrado
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