NAIA BISTRÓ, romanticismo en el corazón de La Latina
http://www.dontstopmadrid.com/2016/01/naia-bistro.html
El Naia Bistró es un sitio para ir sin prisa, para tomártelo con calma y disfrutar de cada plato y cada bocado. Situado en pleno centro del barrio La Latina, lo primero que llama la atención de este restaurante es el buen gusto con el que está decorado. Cuidado al detalle, todos los rincones del local tienen su encanto. La iluminación es cálida, perfecta para una velada romántica.
En lo que mirábamos la carta, pedimos una copa de vino (un Rioja Pujanza) para ir calentando el paladar. Al poco, nos trajeron un pincho de rabo de toro con una base de puré de patata. Se agradece que, aunque a continuación vayas a cenar, tengan el detalle de ponerte un pincho en lo que esperas a que salgan los platos.
La Carta no es muy extensa, pero yo es algo que casi agradezco. Es fácil pedir y decantarse por lo que más te apetece. Para empezar, tomamos una Ensalada de Burrata Pugliese con berenjena escalibada (11€) que estaba muy rica, nada grasienta. La rúcula hacía muy buena mezcla con el queso y la berenjena.
Después, tomamos un plato con un nombre sencillo pero que encierra mucho sabor: Alcachofas y Cigala (13€). Las alcachofas estaban aderezadas con pequeños trozos de panceta y ajo tierno que potenciaban el sabor de la alcachofa. Yo no soy muy de alcachofas pero lo tengo que decir, estaban buenísimas. La salsa que acompañaba el plato también estaba de toma pan y moja, y así lo hicimos.
Mi novia dice que si frunzo el ceño es que estoy probando algo que está muy rico. Y eso pasó en el momento que probé Las Virutas de Foie con tostadas al tomillo (10€). Estaba espectacular, una autentica delicatesen. La unión perfecta entre sabor y presentación. Si te gusta el foie, no te vayas sin probarlo.
A esto le siguieron las carnes, (nos sentíamos carnívoros) y tuvimos la suerte de probar el Steak Tartar de solomillo con huevo de codorniz (15€). Un plato que está muy de moda en los restaurantes de Madrid pero que suele ser arriesgado. A veces pica demasiado, a veces es poca cantidad, a veces la calidad de la carne no es lo suficientemente buena para poder degustarlo en crudo. Este no es el caso. La ración era lo justo y la carne muy buena. Además, el plato llevaba un par de bolas de helado de mostaza que le daba un punto diferente al Tartar, casi hasta atrevido. Altamente recomendable.
A continuación, tomamos Presa Ibérica con parmentier de mostaza (17€) que estaba en su punto, muy rico, bien presentado, pero desmerecía un poco después del gozo que supuso el tartar. Todavía estoy salivando con ése plato.
De postre elegimos el Brownie con helado de violetas (6€). El brownie en sí estaba bastante bueno, pero el helado de violetas fue el auténtico protagonista del postre, por lo novedoso (al echar a un lado el típico helado de vainilla), y porque tenía un sabor muy particular. Tenéis que probarlo.
En resumen, un sitio ideal para ir con tu pareja y disfrutar de una cena relajada. Mi consejo es que hagas una reserva para dos en el Naia Bistró y no se lo digas a esa persona especial que te va a acompañar. Os vais de cañas por La Latina de forma despreocupada y sin rumbo aparente. Cuando se acerque la hora de la reserva y como quien no quiere la cosa entráis en este restaurante y dices: -Tenía una reserva a nombre de (tu nombre). Sorprenderás a tu acompañante y los dos disfrutaréis de una cena romántica perfecta. Hazme caso, acertarás. Y si haces la reserva con El Tenedor clickando aquí y te ahorras el 30%, pues ya sí que aciertas del todo.
- Un post de Merluzo, de Merluzeando -
En lo que mirábamos la carta, pedimos una copa de vino (un Rioja Pujanza) para ir calentando el paladar. Al poco, nos trajeron un pincho de rabo de toro con una base de puré de patata. Se agradece que, aunque a continuación vayas a cenar, tengan el detalle de ponerte un pincho en lo que esperas a que salgan los platos.
La Carta no es muy extensa, pero yo es algo que casi agradezco. Es fácil pedir y decantarse por lo que más te apetece. Para empezar, tomamos una Ensalada de Burrata Pugliese con berenjena escalibada (11€) que estaba muy rica, nada grasienta. La rúcula hacía muy buena mezcla con el queso y la berenjena.
Después, tomamos un plato con un nombre sencillo pero que encierra mucho sabor: Alcachofas y Cigala (13€). Las alcachofas estaban aderezadas con pequeños trozos de panceta y ajo tierno que potenciaban el sabor de la alcachofa. Yo no soy muy de alcachofas pero lo tengo que decir, estaban buenísimas. La salsa que acompañaba el plato también estaba de toma pan y moja, y así lo hicimos.
Mi novia dice que si frunzo el ceño es que estoy probando algo que está muy rico. Y eso pasó en el momento que probé Las Virutas de Foie con tostadas al tomillo (10€). Estaba espectacular, una autentica delicatesen. La unión perfecta entre sabor y presentación. Si te gusta el foie, no te vayas sin probarlo.
A esto le siguieron las carnes, (nos sentíamos carnívoros) y tuvimos la suerte de probar el Steak Tartar de solomillo con huevo de codorniz (15€). Un plato que está muy de moda en los restaurantes de Madrid pero que suele ser arriesgado. A veces pica demasiado, a veces es poca cantidad, a veces la calidad de la carne no es lo suficientemente buena para poder degustarlo en crudo. Este no es el caso. La ración era lo justo y la carne muy buena. Además, el plato llevaba un par de bolas de helado de mostaza que le daba un punto diferente al Tartar, casi hasta atrevido. Altamente recomendable.
A continuación, tomamos Presa Ibérica con parmentier de mostaza (17€) que estaba en su punto, muy rico, bien presentado, pero desmerecía un poco después del gozo que supuso el tartar. Todavía estoy salivando con ése plato.
De postre elegimos el Brownie con helado de violetas (6€). El brownie en sí estaba bastante bueno, pero el helado de violetas fue el auténtico protagonista del postre, por lo novedoso (al echar a un lado el típico helado de vainilla), y porque tenía un sabor muy particular. Tenéis que probarlo.
En resumen, un sitio ideal para ir con tu pareja y disfrutar de una cena relajada. Mi consejo es que hagas una reserva para dos en el Naia Bistró y no se lo digas a esa persona especial que te va a acompañar. Os vais de cañas por La Latina de forma despreocupada y sin rumbo aparente. Cuando se acerque la hora de la reserva y como quien no quiere la cosa entráis en este restaurante y dices: -Tenía una reserva a nombre de (tu nombre). Sorprenderás a tu acompañante y los dos disfrutaréis de una cena romántica perfecta. Hazme caso, acertarás. Y si haces la reserva con El Tenedor clickando aquí y te ahorras el 30%, pues ya sí que aciertas del todo.
- Un post de Merluzo, de Merluzeando -
Naia Bistró
Plaza de la Paja 3
Teléfono: 913 66 27 83
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