Pajarita: Comida fusión con encanto y buenos precios
http://www.dontstopmadrid.com/2015/09/pajarita-restaurante.html
Una de las últimas sorpresas (gratas, por supuesto) que me he llevado últimamente es un pequeño rincón de gastronomía fusión llamado Pajarita. Situado en la Calle Apodaca, en pleno barrio de las Salesas, Pajarita sorprende con su propuesta basada en pequeños platos (muchos con origen mexicano) reinterpretados, fusionados y actualizados con diferentes influencias gastronómicas.
Yo fui a la hora de comer, por lo que me decanté por su menú del día basado en platos de su propia carta pero en un formato más reducido. El menú del día vale 10,90€ e incluye aperitivo, primero, segundo, bebida y postre. Sin embargo todos los precios que os mencionaré corresponden a la ración completa en carta, para que os hagáis una idea.
Pude probar unos excelentes “padrón popper” basado en unos pimientos de padrón con relleno de crema de mejillón inyectado en su interior (3€) y una coca guanajuatense con crujiente de chimichurri con puré de aguacate, queso fresco y tomate en loncha (4€), dos propuestas que resultan el aperitivo perfecto, con buen sabor y una presentación delicada (especialmente la coca). Aunque estos dos platos me gustaron, no puedo dejar de remarcar lo muchísimo que me gustaron las “quekas”, quesadillas de champiñón en chipotle con pesto y flor de calabaza (4€), absolutamente DE-LI-CIO-SAS y la entraña de cebón con ajetes crujientes en pan bao con alioli de chiles secos (6€ para 2 unidades, 10€ para cuatro unidades), con un sabor y una mezcla de sabores que me elevaron a la luna.
Pedimos además un plato de carta (la gula nos pudo) y elegimos un plato de 8 piezas de canutillos rellenos de buey de mar con rabanitos, chalota en sal y puré de manzana (6,5€ cada ración de 4 piezas), que devoramos en un santiamén… crujiente, sabroso y bien acompañado con las pinceladas de puré de patata. Una combinación de diez.
Los postres tengo que decir que no me gustaron tanto, probablemente porque cuando se trata de dulces no soy tan amiga de las fusiones y lo contemporáneo y me decanto más por los sabores de toda la vida. Me agradó mucho la tarta de queso ligero con mousse de aguacate (5€) pero no lo disfruté tanto porque yo soy más amiga del chocolate. El próximo día me pediré su mousse de chocolate negro con bizcocho ligero de cacao y avellana (6€) que seguro que encaja mucho más con mis gustos.
Al margen de la comida (que obviamente es lo importante), el local me gustó en lo referente a su decoración y lo que más me impresionó fue su exquisita atención. La chica que nos atendió fue educadísima y explicaba a la perfección cada plato. ¡Bravo por los restaurantes que comprenden que este tipo de cosas son fundamentales!
Resumen: si no habéis ido, estáis tardando. Las raciones son pequeñas pero los precios son reducidos y podéis pedir varias cosas para ir probando. Carta creativa, cuidada presentación, sabor de primera y buena atención. ¡Recomendadísimo!
Yo fui a la hora de comer, por lo que me decanté por su menú del día basado en platos de su propia carta pero en un formato más reducido. El menú del día vale 10,90€ e incluye aperitivo, primero, segundo, bebida y postre. Sin embargo todos los precios que os mencionaré corresponden a la ración completa en carta, para que os hagáis una idea.
Pude probar unos excelentes “padrón popper” basado en unos pimientos de padrón con relleno de crema de mejillón inyectado en su interior (3€) y una coca guanajuatense con crujiente de chimichurri con puré de aguacate, queso fresco y tomate en loncha (4€), dos propuestas que resultan el aperitivo perfecto, con buen sabor y una presentación delicada (especialmente la coca). Aunque estos dos platos me gustaron, no puedo dejar de remarcar lo muchísimo que me gustaron las “quekas”, quesadillas de champiñón en chipotle con pesto y flor de calabaza (4€), absolutamente DE-LI-CIO-SAS y la entraña de cebón con ajetes crujientes en pan bao con alioli de chiles secos (6€ para 2 unidades, 10€ para cuatro unidades), con un sabor y una mezcla de sabores que me elevaron a la luna.
Pedimos además un plato de carta (la gula nos pudo) y elegimos un plato de 8 piezas de canutillos rellenos de buey de mar con rabanitos, chalota en sal y puré de manzana (6,5€ cada ración de 4 piezas), que devoramos en un santiamén… crujiente, sabroso y bien acompañado con las pinceladas de puré de patata. Una combinación de diez.
Los postres tengo que decir que no me gustaron tanto, probablemente porque cuando se trata de dulces no soy tan amiga de las fusiones y lo contemporáneo y me decanto más por los sabores de toda la vida. Me agradó mucho la tarta de queso ligero con mousse de aguacate (5€) pero no lo disfruté tanto porque yo soy más amiga del chocolate. El próximo día me pediré su mousse de chocolate negro con bizcocho ligero de cacao y avellana (6€) que seguro que encaja mucho más con mis gustos.
Al margen de la comida (que obviamente es lo importante), el local me gustó en lo referente a su decoración y lo que más me impresionó fue su exquisita atención. La chica que nos atendió fue educadísima y explicaba a la perfección cada plato. ¡Bravo por los restaurantes que comprenden que este tipo de cosas son fundamentales!
El postre: tarta de queso ligero con mousse de aguacate. Curiosa cuanto menos
Resumen: si no habéis ido, estáis tardando. Las raciones son pequeñas pero los precios son reducidos y podéis pedir varias cosas para ir probando. Carta creativa, cuidada presentación, sabor de primera y buena atención. ¡Recomendadísimo!
Pajarita
Calle Apodaca, 20 < M > Alonso Martínez
Abierto todos los días
91 591 73 10
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