Restaurante Graciano, cocina asturiana en el Barrio de Salamanca
http://www.dontstopmadrid.com/2015/05/restaurante-graciano.html
Soy una auténtica fanática de Asturias y cuando puedo intento escaparme ahí para pasar unos días de relajación y por supuesto, de buen comer. Mi amor por su gastronomía hace que descubrir un buen restaurante asturiano en Madrid sea casi una obsesión, y sin duda, no ceso en mi empeño de encontrar el mejor cachopo en Madrid, que es probablemente mi plato favorito de la región.
Me habían hablado muy bien de Graciano, un restaurante asturiano en el Barrio de Salamanca con más de treinta años de experiencia y buen hacer en la cocina. Nada más llegar, nos saludaron y nos dirigieron a una mesa para dos. El salón es amplio y está decorado de una forma tradicional pero acogedora, siendo el lugar perfecto para una comida distendida y agradable en familia.
Mientras mirábamos su carta nos pusieron dos aperitivos (siempre tan de agradecer), un poco de salmorejo y unas chistorritas fritas que nos abrieron el apetito. La carta está repleta de platos de corte tradicional y por supuesto Asturias está presente mires por donde mires. Nos decantamos por dos entrantes para compartir y un principal para cada uno. Lo primero en llegar fue el pulpo a la brasa sobre crema de patata (19€ ración o 12€ la media ración), bastante correcto aunque yo sigo sin entender la moda de poner las patatas en crema en vez de en trozos o solo con aceite y pimentón. ¡Será que peco de clásica! Un entrante que me fascinó fueron las alcachofas salteadas con foie. Muy muy muy ricas, incluso para los que a priori no se vean seducidos por esta hortaliza... tenéis que darle una oportunidad porque estaban muy sabrosas y muy bien combinadas. ¡Deliciosas!
Tras los entrantes llegaron los esperados platos principales. El cachopo de ternera con jamón serrano ibérico y queso vidiago (22€) resultó de muy buen tamaño y tenía buen sabor pero para mi gusto le faltó más queso. En este tipo de cosas soy muy tiquismiquis pero me gusta ver que sale queso cada vez que corto un trozo. ¿A vosotros como os gusta el cachopo? También pudimos probar un muy rico y delicado pez mantequilla con trufa negra (20€), discretamente aromatizado y muy bien preparado. Por cierto, el tomate que acompañaba sabía a tomate de verdad!
Para cerrar la velada no podíamos irnos sin probar el frixuelo caramelizado acompañado con pasas y piñones (7€), una mezcla ácida y dulce absolutamente espectacular que sirvió para volver a recordarnos lo bien que saben hacer los postres los asturianos. ¡Puxa Asturies! Y además del postre nos trajeron unos macarons y unos chocolatitos para irnos con un sabor dulce. Desde luego estos detalles son los que suman puntos.
En general salimos bastante contentos del restaurante, y sin duda lo volveremos a visitar con más frío para también probar sus platos de cuchara. Con un ticket medio de 35 - 40€ la atención es fenomenal, el ambiente es muy acogedor y la carta es perfecta para quienes disfruten de la comida de toda la vida.
Me habían hablado muy bien de Graciano, un restaurante asturiano en el Barrio de Salamanca con más de treinta años de experiencia y buen hacer en la cocina. Nada más llegar, nos saludaron y nos dirigieron a una mesa para dos. El salón es amplio y está decorado de una forma tradicional pero acogedora, siendo el lugar perfecto para una comida distendida y agradable en familia.
Mientras mirábamos su carta nos pusieron dos aperitivos (siempre tan de agradecer), un poco de salmorejo y unas chistorritas fritas que nos abrieron el apetito. La carta está repleta de platos de corte tradicional y por supuesto Asturias está presente mires por donde mires. Nos decantamos por dos entrantes para compartir y un principal para cada uno. Lo primero en llegar fue el pulpo a la brasa sobre crema de patata (19€ ración o 12€ la media ración), bastante correcto aunque yo sigo sin entender la moda de poner las patatas en crema en vez de en trozos o solo con aceite y pimentón. ¡Será que peco de clásica! Un entrante que me fascinó fueron las alcachofas salteadas con foie. Muy muy muy ricas, incluso para los que a priori no se vean seducidos por esta hortaliza... tenéis que darle una oportunidad porque estaban muy sabrosas y muy bien combinadas. ¡Deliciosas!
Tras los entrantes llegaron los esperados platos principales. El cachopo de ternera con jamón serrano ibérico y queso vidiago (22€) resultó de muy buen tamaño y tenía buen sabor pero para mi gusto le faltó más queso. En este tipo de cosas soy muy tiquismiquis pero me gusta ver que sale queso cada vez que corto un trozo. ¿A vosotros como os gusta el cachopo? También pudimos probar un muy rico y delicado pez mantequilla con trufa negra (20€), discretamente aromatizado y muy bien preparado. Por cierto, el tomate que acompañaba sabía a tomate de verdad!
Para cerrar la velada no podíamos irnos sin probar el frixuelo caramelizado acompañado con pasas y piñones (7€), una mezcla ácida y dulce absolutamente espectacular que sirvió para volver a recordarnos lo bien que saben hacer los postres los asturianos. ¡Puxa Asturies! Y además del postre nos trajeron unos macarons y unos chocolatitos para irnos con un sabor dulce. Desde luego estos detalles son los que suman puntos.
En general salimos bastante contentos del restaurante, y sin duda lo volveremos a visitar con más frío para también probar sus platos de cuchara. Con un ticket medio de 35 - 40€ la atención es fenomenal, el ambiente es muy acogedor y la carta es perfecta para quienes disfruten de la comida de toda la vida.
Restaurante Graciano
Calle Jorge Juan 69
Disponen de parking concertado para clientes con 2 horas gratis en la Calle O'Donnell 33
De lunes a sábados de 13 a 16 y de 20:30 a 23:30. Domingos de 13 a 16 (noche cerrado)
Teléfono: 91 431 60 11
Pulsa aquí para reservar online
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